sábado, 21 de noviembre de 2009

Yahoo también nos ayuda...

Aquí os cuelgo un artículo publicado hace unos días en Yahoo Noticias que nos viene que ni al pelo:


Claves para educar a tu hijo

¿Hay normas generales a la hora de educar a los hijos? ¿Cómo saber si lo estamos “haciendo bien”? Según el caso, la evaluación de las variables del niño y de los padres, así como la orientación de un profesional, puede ser indispensable. Y, sin existir las “recetas” propiamente dichas, en la mayoría de las familias sí hay algunas pautas que los progenitores deberían tener en cuenta.

· No seas su amigo. Él ya tiene muchos. Sé un padre cariñoso y dialogante, pero un padre, es decir, la persona que le marca las normas.

· Haz explícitas esas normas. Anúncialas en voz alta y explícalas a priori, no cuando ya las han violado. Si no se puede saltar en el sofá, aunque para ti sea algo obvio, indica por ejemplo: “no se puede saltar en el sofá, y quien lo haga después tendrá que quitarle la funda, limpiarla y volverla a poner”.

· Sé consistente y coherente con premios y castigos. Una norma no debe cambiar según tu estado de ánimo. Es decir, que si un día estás cansada/o aún así el límite (no saltar en el sofá) y el castigo (limpiar la funda) deben ser los mismos. Y si un día estás de buen humor, también debes mantenerlos.

· Límites, no amenazas. Se trata de que los niños aprendan que las cosas que hacen tienen consecuencias positivas (cuando cumplen la norma) y negativas (cuando la incumplen) siempre, independientemente de que mamá esté contenta o cansada, de que le “hagan la pelota” o papá y mamá hayan discutido. Esto no lo aprenden cuando incumplen una norma y papá o mamá le amenazan muchas veces con algún castigo. Tampoco cuando mamá o papá gritan. La firmeza no la transmites gritando, sino cumpliendo lo que habías dicho que harías si tu hijo saltaba sobre el sofá.

· Sé un modelo. Forma su conciencia. No podemos pedirle a un niño que no diga mentiras y luego que coja el teléfono y le diga a alguien con quien no queremos hablar que “mi mamá no está en casa”.

· Prémiale...con elogios. Por encima de los juguetes y el dinero, tu aprobación es el refuerzo más importante. Un “estoy orgullosa de ti” o un “qué contenta estoy cuando te veo estudiar dos horas seguidas como hoy” hará más que un videojuego, aunque no lo creas.

· No estropees los elogios. Evita frases del tipo “¡un sobresaliente, qué bien, pero ya podías haberte puesto a estudiar el trimestre pasado!” o un “¡un sobresaliente, qué bien!" pero "¡a ver si los otros exámenes te salen igual!”. Intentamos que la persona repita la conducta, pero lo que conseguimos en desanimarle.

· No le des todo lo que pida. A veces sólo pide para ver hasta dónde puede llevarte.

· No le compares. Y menos con un hermano.

· No desautorices nunca al otro padre ante el menor.

· Escúchale activamente. Pregúntale qué opina de las cosas. No quites importancia automáticamente a sus problemas con frases del tipo: “eso son chiquilladas, mañana se habrá pasado”. Puede que desees animarle, pero el mensaje que transmites es que su problema no es importante para ti, mientras que para él puede ser “un mundo”.

· Con los deberes: No te empeñes en darles instrucciones para la que tarea quede bien hecha. Da a tus hijos autonomía para trabajar y para estudiar, así como la seguridad de que, si nos necesitan, allí estaremos. Trata de hacer tu trabajo mientras los niños hacen el suyo. No esperemos a que ellos terminen para empezar el nuestro, porque estaremos presionándolos para que acaben pronto y ellos necesitan tiempo. Y no les hagas los deberes: ayudar es una cosa, trabajar en su lugar otra con la que ni aprende los contenidos de las materias ni aprende a responsabilizarse de sus propias tareas.

· Quiérele mucho. Y díselo. Dile las cosas que más te gustan de él y por las que es diferente y especial.

· Recuerda: los niños con límites claros son más felices.

Por Irene Bayarri. (Psicóloga. Cnit).


FELIZ PUENTE!!

jueves, 19 de noviembre de 2009

Pistas para Educar bien a tu hij@


PARA EDUCAR BIEN A TU HIJ@

• Protégelo, no lo cubras.
• Abrígalo, no lo tapes.
• Ayúdalo, no lo reemplaces.
• Ámalo…no lo idolatres.
• Acompáñalo, no lo lleves.
• Incorpóralo, no lo aísles.
• Muéstrale el peligro, no lo aterrorices.
• Aliéntalo en sus esperanzas, no lo desanimes.
• No le exijas ser el mejor, pídele que sea bueno.
• No le hables del amor, entrégaselo.
• No le fabriques castillos en el aire

Hazlo vivir su realidad.

• No lo sobreprotejas ni limites, entrégale las herramientas para que aprenda a valerse por si mismo en la vida, ya que tu no le serás eterno.
• Cuídalo mucho, en tus manos esta este hermoso niñ@,
que te llama... MAMA

domingo, 1 de noviembre de 2009

Qué padres somos...?

Es de enorme importancia para nuestra tarea como padres recibir información que nos ayude en la labor de hacer personas cabales y capaces de dirigir y gobernar el futuro. Trabajo este que es, sin duda, el más apasionante de todos los que nos tocará hacer a lo largo de nuestra vida. Y, por ello, debemos ser muy cuidadosos, sin que podamos eludir nuestra obligación con la excusa de lo agotados que estamos, la cantidad de tareas que tenemos que hacer o, incluso y directamente, lo pesado y cansado que a veces es educar.

Tenemos una responsabilidad inmensa, porque debemos hacer personas sanas con valores y conductas adecuadas y eso requiere un enorme esfuerzo y mimo, al mismo tiempo.

Una valerosa mujer que conozco siempre dice que no debemos olvidar que nuestros hijos no son nuestros sino de la sociedad; introduciendo en esta máxima la obligación y responsabilidad que nos compete, no sólo en el trato con nuestros hijos, sino con los de los demás.

Debemos cuidar y respetar, sobre todas las cosas, su mundo de niños y sus relaciones con los demás, dándoles el espacio y libertad necesarios para fraguar esos vínculos y amistades que, posiblemente, quedarán para toda la vida y de los que tan orgullosos y felices se sentirán cada vez que vuelvan a reencontrarse.

Así, nos tocará muchas veces callar antes de emitir delante de ellos comentarios o valoraciones poco afortunados con respecto a sus compañeros, amigos, otros padres, profesores,…

Deberemos también evitar inculcarles una competitividad excesiva con sus compañeros. Ello, porque lo único que les puede crear es malestar y ansiedad si no consiguen los objetivos que se les marquen o si no pueden tener lo que los demás posean. Transmitiéndoles, por el contrario, la bondad del aprendizaje por el simple hecho de adquirir conocimientos y la seguridad de que lo que cada uno tiene está bien, siendo imposible tenerlo todo….

En fin, que tenemos que tomarnos esta tarea nuestra con la mayor responsabilidad, implicación y entusiasmo posibles. Y la participación en talleres, escuelas de padres o cursos que nos capaciten y nos den pistas para esta labor denota el interés por la educación de nuestros hijos.

Desde el AMPA, como ya sabéis, intentamos poner nuestro granito de arena con diversas actuaciones.

Ahora, os traemos al blog - sacado de un curso en el que estamos matriculadas otra compañera y yo – unas cuestiones de lo más interesantes. A ver qué os parecen.

Según diversos estudios, los padres tenemos diferentes estilos en la educación de nuestros hijos y se nos puede clasificar en alguno de los que os relacionamos a continuación:

AUTORITARIOS: Los padres autoritarios suelen controlar mucho a sus hijos y dan mucha importancia a la obediencia. Tienen problemas para admitir que se les cuestione, por lo que ponen trabas a que sus hijos se expresen o muestren con independencia.

Son padres controladores y exigentes, no muestran afecto y pueden llegar a ser hostiles y degrandantes.

Ellos van a dar lugar a hijos con poca autoestima y poca competencia social, agresivos, impulsivos, que obedecen pero no colaboran y con baja tolerancia a la frustración.

RESPONSABLES: están implicados en el día a día de sus hijos. Les acompañan a lo largo de todo su proceso evolutivo planteándoles exigencias y límites adecuados a cada edad. Todo dentro de un ambiente de diálogo y afecto. Afectuosos, comunicativos, exigen con responsabilidad y son cálidos.

Sus hijos tendrán una buena autoestima y competencia social. Tienen autocontrol, autonomía, encuentran recompensas a largo plazo y están motivados para la tarea.

NEGLIGENTES. Son padres que no se implican en su labor educativa. Normalmente expresan muy poco afecto, apenas se comunican con sus hijos, y les dejan decidir desde muy pronto sobre distintos aspectos de su vida. Les cuesta poner límites, están presionados por otras exigencias. Son padres permisivos y fríos.

Los hijos tendrán poca autoestima y capacidad de relación, poco control de impulsos, falta de respeto a las normas e inestabilidad emocional.

PERMISIVOS. Consideran que no tienen que ejercer ningún tipo de control sobre sus hijos. Permiten a los hijos tomar decisiones, les animan a organizarse en el día a día como quieran. Fomentan la irresponsabilidad y la poca capacidad de esfuerzo. Son afectuosos pero poco comunicativos. Permisivos y cálidos.

Darán lugar a hijos con buena autoestima, vitales y sociables. Con dificultad para controlar los impulsos, poco motivados para hacer las tareas e inmaduros.

FUENTE: Universidad de Padres.


Obviamente, estos son modelos. Aplicados a los casos concretos, será normal encontrarnos con mezcla de varios de ellos en una misma persona. Bueno, y cuál se asemeja más a ti?...

Feliz semana!!