viernes, 8 de mayo de 2009

Carta de un HIJO a todos los PADRES del mundo




1 No me grites.
Te respeto menos cuando lo haces. Y me enseñas a gritar a mí también y yo no quiero hacerlo.

2 Trátame con amabilidad y cordialidad igual que a tus amigos.
Que seamos familia, no significa que no podamos ser amigos.

3 Si hago algo malo, no me preguntes por qué lo hice.
A veces, ni yo mismo lo sé.

4 No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por tí(aunque sea para sacarte de un apuro).
Haces que pierda la fe en lo que dices y me siento mal.

5 Cuando te equivoques en algo, admítelo.
Mejorará mi opinión de ti y me enseñarás a admitir también mis errores.

6 No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos.
Si me haces parecer mejor que los demás, alguien va a sufrir (y si me haces parecer peor, seré yo quién sufra).

7 Déjame valerme por mí mismo.
Si tú lo haces todo por mí, yo no podré aprender.

8 No me des siempre órdenes.
Si en vez de ordenarme hacer algo, me lo pidieras, lo haría más rápido y más a gusto.

9 No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer.
Decide y mantén esa posición.

10 Cumple las promesas, buenas o malas.
Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es un castigo.

11 Trata de comprenderme y ayudarme.
Cuando te cuente un problema no me digas: "eso no tiene importancia..." porque para mí sí la tiene.

12 No me digas que haga algo que tú no haces.
Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no me lo digas. Pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.

13 No me des todo lo que te pido.
A veces, sólo pido para ver cuánto puedo recibir.

14 Quiéreme y dímelo
A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo.