lunes, 15 de marzo de 2010

Encuentro con Pilar Molina Llorente

Yo creo que todos/as hemos aprendido hoy cosas interesantes y de provecho con esta mujer.

Para muchos/as ha sido su primer encuentro directo con un escritor, escritora en este caso. Y, como estas personas tienen ese mundo interior tan rico, es un gusto dejar que te transmitan parte de él, en el ratito que pasas con ellos... Son momentos en los que el lenguaje de los libros toma cuerpo y vida. Parecía como si estuviésemos escuchándola en sus libros.

Ella, tras contarnos sus historias, ha atendido encantanda todas las preguntas que le han ido haciendo nuestros entrevistadores/as.



Qué persona más enriquecedora...

Tras acabar, y en el rato de la despedida, que se ha alargado casi tanto como el evento principal porque sobre todo ella que era la que tenía que viajar, se encontraba sin prisa y a gusto, nos ha estado contando modos que ella ha utilizado al educar a sus hijos, hermanos o nietos. Y, la verdad, es que se agradece la experiencia de quién vive sus actos con emoción y con vocación ("es que a mí me encanta", decía, refiriéndose a la tarea de educar a los niños/as).

"-Nunca les he gritado..."

"-En mi casa siempre se ha hablado todo y de todo"

"-Mis hijos, muchas veces, no han hecho según qué cosas porque sabían que a mí me podría doler".

"-Dibujaba con mi nieto su cerebro como si fuera el panel de mandos de un avión en el que cada relojito midiese una acción. Cuando le subía la ira, la gula, etc. le pedía que se concentrara y controlara la palanca que nivelaba su aguja, porque estaba muy descontrolada y el avión corría peligro. El niño, paraba un momento, y controlaba por sí mismo esos impulsos y, así fue haciendo desaparecer esas malas conductas él solo".

"-No hay que dejar que los niños hagan lo que quieran cuando están en cualquier sitio. Deben saber comportarse".

"-Un día, en el autobús, una niña estaba insoportable, molestando y pidiéndole agua a su madre, que no sabía qué hacer para que se estuviera quieta. Miré a la niña y le pregunté tranquilamente: ¿Tienes pañal? -No, soy mayor. -¡Ah! Es que como lloras y gritas como un bebé, me había parecido que lo eras. (La niña, se calló y no volvió a molestar más en todo el trayecto)".

"-La educación debe hacerse ya con el niño desde que es bebé".

"-El niño debe tener el derecho a estar en su casa hasta los tres años. Las madres deberían poder estar con ellos durante ese tiempo, recibiendo ayuda pública, mientras. Porque los niños necesitan su cuidado, educación y cercanía".

En fin, toda la tarde ha sido muy especial. Y, para ella también debe haber sido amena porque hemos convenido unánimemente vernos de nuevo, si ello es posible, el año que viene.

...Y esta vez dándonos tiempo a todos/as a haber leído alguno de sus libros, para disfrutar aún más el encuentro.

Hasta la próxima!